UN MAR ALCOHOLIZADO
Autor: Mario Morquencho
Editorial: Paracaídas Editores
Páginas: 61
Año: 2013
Por: Javier Muñoz Díaz
Tres años después de su primer poemario, Ciudadelirio, un texto sobre la degradación en la ciudad de Lima, Mario Morquencho publica Un mar alcoholizado. Este es un poemario sobre su ciudad natal, el puerto piurano de Los Órganos, y su experiencia «provinciana pueblerina playera». Es un texto de cierta complejidad, que aspira a ser tanto un documento social como un testimonio de la intimidad. Dentro del conjunto de temas que abordan sus veinte poemas (la marginalidad y la pobreza material, la nostalgia por la infancia perdida, la urgente necesidad expresiva, los elementos típicos del puerto), se desprende un impulso vital de gran intensidad y de proyecciones cósmicas. El poemario es el itinerario de una voz que se reconoce en el paisaje marítimo y afirma con júbilo su identidad.
Dividido en dos secciones de variada extensión, Un mar alcoholizado está articulado por una voz poética que, conforme avanza el libro, va adquiriendo mayor solidez y vigor. La primera sección, titulada «Bajo los algarrobos paren mis lágrimas de exilio», aborda en diecinueve poemas las diferentes facetas de la experiencia en el puerto desde una voz poética que, pese a la conciencia de su precariedad, siente la urgente necesidad de comunicarse. La escritura es frenética pero entrecortada, con versos de diversa extensión y dispuestos libremente por el papel. El léxico incorpora expresiones coloquiales para afirmar su identificación con lo popular. Hay una tendencia general a la anáfora y al caligrama que se combinan con éxito en la segunda sección del libro «Bajo el océano cesa el bullicio del mundo», conformado por el único poema «Desde los orígenes», sin duda uno de los mejores del libro. La premura de la anáfora surgiere un tono de conjuro y de liturgia, mientras que el caligrama expresa el deseo de fijar las formas del paisaje marítimo en el cuerpo de la voz poética y en el cuerpo del texto escrito. El mar y el poema son una sola entidad después del bautismo del poeta.
Se reconoce un impulso de desquite en la escritura de este libro. El pobre muchacho borracho de los primeros poemas se convierte al final en el profeta ungido por un mar alcoholizado, nocturno e insomne: «Mar que abarca todas las miradas / Me ahogaré en tus aguas mientras bailas». El proyecto es ejecutado con eficacia, pero en su trayectoria se incluyen poemas menores o versos dudosos. De la primera sección del libro destacan los poemas sobre la intimidad como «Aquí transbordan mi cuerpo…», «Dirán que vuelo alrededor…» y «¡Cómo te extraña el gato…». También son de interés las canciones a elementos del paisaje como la barca o la gaviota. Sin embargo, aquellos poemas que tratar de describir lo marginal caen en el lugar común o en una trivial idealización. Pese a todo, Un mar alcoholizado es un buen poemario, con momentos sorprendentes y un proyecto artístico al que es necesario seguirle el rastro.
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