Artículos, Lucerna N°13

Poéticas de la desaparición: necroescrituras y violencia en Antígona González (Lucerna N°13)

Sara Uribe en Lucerna N°13 WEB

[Extracto del artículo «Poéticas de la desaparición: necroescrituras y violencia en Antígona González», publicado en Lucerna N°13 (Diciembre 2020)]

Por: Rocío del Águila Gracey

¿Cómo se debe pensar la violencia en México? ¿Qué papel cumple el estado y el crimen organizado en la corrupción, muerte y desapariciones? Al respecto, se señala que “México es un país en el que han muerto, dependiendo de las fuentes, entre 60 y 80 mil ciudadanos en circunstancias de violencia extrema durante los años de un sexenio al que pocos dudan en denominar como el de la guerra calderonista” (Rivera Garza 18). Esto demuestra que la situación de precariedad e inseguridad de la “guerra contra el narco” ha traído resultados nefastos para los ciudadanos y ha reformulado la concepción de estado-nación.

Bourdieu sostiene que el estado construye la realidad social mediante el ordenamiento y la imposición de categorías de percepción que se incorporan en la estructura mental como formas universales de lo que se entiende por estado-nación, armonía y agentes de seguridad (168). Esta definición permite concebir al estado como un instrumento de integración social; no obstante, ¿qué ocurre cuando esta integración se basa en la imposición de la violencia y el terror en la población?

A continuación, me gustaría proponer el uso de la poesía como herramienta política y de consumo del discurso hegemónico que internaliza la violencia. Jacques Rancière sostiene, en The politics of Literature, que existe una conexión entre política –como práctica colectiva– y literatura –como práctica del arte de escribir–. Los seres políticos poseen la palabra para definir qué es lo justo y qué es lo injusto; mientras que los escritores producen significado y utilizan las palabras para construir un mundo común.

De esta forma, se propone una nueva relación entre el acto de hablar, el mundo que se configura y la significación de las palabras, en cuanto la literatura se convierte en una máquina “for self-interpretation and for the re-poetization of life, capable of converting all the rubbish of ordinary life into poetic bodies and signs of history” (Rancière 29).

A partir de estas ideas, propongo que la poesía funciona como un régimen de significado que permite interpretar el mundo y transformarlo a partir de las mismas prácticas de la violencia que se observan. La labor poética funciona tanto de manera política como literaria para cuestionar el discurso hegemónico que utiliza la violencia para condicionar a los hablantes y a los ciudadanos.

Del mismo modo, quisiera contrastar [¿o conectar?] esta función política y literaria con el concepto de desapropiación propuesto por Cristina Rivera Garza. Las indagaciones de la autora rondan las preguntas “¿Qué significa escribir hoy en ese contexto [de violencia]? ¿Qué tipo de retos enfrenta el ejercicio de la escritura en un medio donde la precariedad del trabajo y la muerte horrísona constituyen la materia de todos los días? ¿Cuáles son los diálogos estéticos y éticos a los que nos avienta el hecho de escribir, literalmente, rodeados de muertos?” (Rivera Garza 19).

[…]

[Las notas a pie de página han sido omitidas para facilitar la lectura en línea]

Rocío del Águila Gracey (Lima, 1988). Estudiante de doctorado del programa de Culturas Latinoamericanas, Ibéricas y Latinas en el Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Es magíster en Estudios Hispánicos por la Universidad de Illinois en Chicago. Ha publicado los libros de poemas La falsa piel que me habita (Hipocampo editores, 2013) e Infinito (Hipocampo editores, 2015).

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Artículos, Lucerna N°13

Locura y transgresión: la sexualidad disidente de la Madre y la Pianista en Efecto invernadero de Mario Bellatin (Lucerna N°13)

Mario Bellatin en Lucerna N°13 WEB

[Extracto del artículo «Locura y transgresión: la sexualidad disidente de la Madre y la Pianista en Efecto invernadero de Mario Bellatin», publicado en Lucerna N°13 (Diciembre 2020)]

Por: Alexandra Arana Blas

El escritor Mario Bellatin (México DF., 1960) tiene una literatura que se caracteriza por un lenguaje sencillo, minimalista y directo; que presenta personajes generalizados, y tanto los detalles como los espacios cobran un sentido simbólico en sus historias. Estas mismas las podemos encontrar en la novela Efecto invernadero, escrita en 1992. Si bien esta no ha gozado del éxito masivo que podemos identificar en otras de sus obras, como Salón de belleza, se trata de una que debe ser rescatada por la complejidad y contradicción de sus personajes queer, quienes también corren el riesgo de caer en la jerarquización del poder.

Efecto invernadero tiene como protagonista a Antonio, joven artista que se encuentra en sus últimos años de vida y pide la ayuda del Amante y la Amiga para que lleven a cabo los preparativos para su muerte. En una narración no lineal, se nos presentará la vida de Antonio en París y en Lima, así como las relaciones que tuvo tanto con hombres como con mujeres. Si bien uno podría identificar a Antonio como un personaje fuera de la norma, su relación y aproximación con personajes como la Madre y la Pianista demuestran que en realidad ha asimilado el discurso hegemónico y ejerce poder para oprimirlas.

A partir de lo expuesto, el objetivo del presente ensayo será demostrar el límite de la transgresión del discurso que realiza Antonio y sustentar que, en realidad, es un personaje queer fallido. Para ello, se analizará su relación con la Madre y con la Pianista y se propondrá que la Pianista es el personaje más oprimido, ya que se trata de un personaje femenino queer que desestabiliza el discurso, por lo cual será castigada y silenciada.

Desmintiendo lo “íntimo”: la internalización de las normas
El sentido común nos dicta que el inconsciente es lo más íntimo del sujeto, aquello que no se ve influenciado por elementos externos. Sin embargo, autores como Jacques-Alain Miller señalan que este es producto de fuerzas “externas” e “internas”, con lo cual debe ser considerado como un “éxtimo”. De esta manera, uno de los primeros componentes que forman el inconsciente será el género, dividido por la sociedad en masculino y femenino, el cual se basa en el sexo asignado al nacer. Esta dicotomía del género tendrá por consecuencia la repartición de roles y la “heterosexualización del deseo”. Este último direccionará el deseo hacia las personas del sexo opuesto, con el fin de asegurar la reproducción de la población y la dinamización del sistema de producción. Por ello, todo deseo que escapa de la norma, como la homosexualidad, será marginalizado, y se situará al lesbianismo en la esfera de lo innombrable y lo impensable. Para que un sujeto sea considerado como queer en este contexto, debe disolver las fronteras del cuerpo y del espacio, así como someter a crítica su propia identidad, con lo cual cuestionará las normas interiorizadas que rigen sus acciones.
[…]

[Las notas a pie de página han sido omitidas para facilitar la lectura en línea]

María Alexandra Arana Blas (Lima, 1994). Es Licenciada en Literatura Hispanoamericana por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha colaborado en el Proyecto Sacsamarca de la DARS, del cual se tuvo por resultado un documental y un libro sobre las festividades de la comunidad ayacuchana de Sacsamarca. Ha redactado una tesis alrededor de la representación de los personajes femeninos queer en la literatura peruana de los años 90, y ha ganado premios de investigación alrededor del estudio de personajes femeninos y queer en la literatura. Actualmente se dedica a la investigación de la cultura pop, la cultura asiática (china y japonesa), género y comunidades queer y LGBTIQ+

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Lucerna N°13, Reseñas

Reseña de Blanco y negro. La razón contradictoria de Ulises García, de Carlos Herrera (Lucerna N°13)

Blanco y negro. La razón contradictoria de Ulises García: La recuperación de la contradicción

Reseña publicada en Lucerna N°13

La Travesía Editora
Año: [1995] 2020
Páginas: 148

Por: Lenin Lozano

La década de 1990 fue una época de crisis política en la cual nuevos escritores buscaron una renovación de la narrativa urbana. Este espacio cobró protagonismo con el realismo sucio como síntoma de la coyuntura social, pero paralelamente hubo una exploración en los propios mecanismos artísticos y literarios que derivaron en obras metaficcionales, de rasgos experimentales, o creadoras de un metalenguaje, acaso como una forma indirecta de aludir a la realidad a través de un lenguaje hermético y autorreferencial, y con personajes que parecían ver el mundo desde los propios códigos de la ficción. En este escenario surge Blanco y negro.

La novela de Herrera cuenta la historia de Ulises García, un hombre singular por su incapacidad para sintetizar o tomar una postura, decisión, o acción concreta, ante su continua tendencia de inclinarse hacia los extremos (desde el plano más práctico e inmediato, hasta las cuestiones más profundas del saber humano, vinculados a la religión, política, etc.). La novela ofrece una biografía particular, donde veremos desfilar los más distintos temas concernientes a los aspectos determinantes de la vida de Ulises, quien por su formación erudita, constantemente introduce reflexiones filosóficas y artísticas. Pero la obra nos da acceso a esta peculiar vida bajo una estructura bastante extraña: el estudio científico y filosófico, que curiosamente parece anticipar un tipo de lenguaje que se volverá preponderante en el ámbito de los estudios literarios de los próximos años. En efecto, basta solo con mirar el índice para observar un universo donde se privilegia el metalenguaje, pero que a la vez ironiza sobre él.

Vista en su contexto, Blanco y negro nos interroga sobre el rol que juegan las ciencias y las disciplinas para dar explicaciones sobre los conflictos existenciales de los peruanos y la coyuntura social de los noventa, una época bastante convulsionada por las acciones destructivas de Sendero Luminoso y la dictadura fujimorista. Y si bajo una primera impresión, esta novela pareciera hablarnos de un personaje totalmente ficticio o imaginativo, no están ausentes las referencias a hechos sociales importantes de los últimos años, desde luego con la esperada distancia que permita remarcar el tono irónico, consecuente con la incapacidad de Ulises para realizar la dialéctica (de ahí su imposibilidad para definirse en una tendencia política específica, por ejemplo). Asimismo, las referencias a las disciplinas, a pesar de ahondar en ciertos temas de amplia reflexión, se complementan con un lenguaje generalmente conciso y directo, que traza una mayor cercanía entre autor y lector, sobre todo para transmitir una historia que a primera vista parecería estar dirigida a un público letrado específico.

Los atributos de Ulises bien podrían ser los de un héroe posmoderno, o un revés del modelo cínico: la firme creencia en el valor de cada concepto y en su opuesto simultáneamente, por lo que en la práctica no se puede tomar una decisión concreta. Al mismo tiempo, el recorrido por la vida de Ulises nos demuestra que, más allá de su peculiaridad, él es resultado de una serie de circunstancias de diversa índole (“fuera por una curiosa disposición de las circunvoluciones cerebrales o por una temprana influencia del entorno”, dice Herrera), cuya confluencia solo puede producirse en el convulsionado Perú de mediados de los noventa. No debería sorprender, entonces, la incapacidad del personaje de adaptarse a una vida convencional, ni su estoica decisión de trabajar solo para cumplir sus necesidades básicas y su admirable entrega a la lectura. Esta actitud hasta cierto punto inocente lo llevará inevitablemente a lidiar con la realidad inmediata y con dos demonios enfrentados por el destino del Perú (el Grupúsculo y la Banda), con lo cual se establece un horizonte trágico para su absurda vida.

Ulises se volverá un personaje familiar y quizá entrañable para muchos, sobre todo para los peruanos, porque contra lo previsible, su entrega total a una heterogénea y contradictoria serie de conceptos posibles puede ser la anticipación de un fenómeno social preponderante hacia el inicio del presente siglo: la corrección política. En esta línea, considero que la novela nos invita a realizar en nombre de Ulises aquello que le ha sido negado durante toda su vida: tomar una posición definida (y quizá dialéctica), y ver junto con este héroe, el diagnóstico de una sociedad atravesada por insistentes binarismos desde hace más de veinticinco años.

La reedición de Blanco y negro demuestra la importancia de una novela canónica de los noventa, no solo por una cuestión de reconocimiento del pasado de la tradición literaria, sino por lo que nos puede revelar de la idiosincrasia peruana del presente. No es casual que el prólogo de Fernando Iwasaki, incluido en esta edición conmemorativa, y el comentario en la contracarátula de Enrique Prochazka, resalten las amplias virtudes de la novela. Sin embargo, tampoco deja de ser llamativo que ambos escritores celebren la actitud de Ulises y vean en él un modelo sociocultural y político, porque considero que estas posturas inciden en una simplificación del antagonismo y los conflictos sociales, y más aún, son un síntoma de cuán difícil sigue resultando darle un sentido a la razón contradictoria de Ulises García.

Lenin Lozano Guzmán (Lima, 1990). Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y es estudiante doctoral de Literaturas Hispánicas en la Universidad de Pennsylvania. Tiene a su cargo el blog literario Relámpagos en los ojos.

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Lucerna N°13, Reseñas

Reseña de Ejercicios contra el Alzheimer, de Virginia Benavides (Lucerna N°13)

Reseña de Ejercicios contra el Alzheimer de Virginia Benavides, publicada en Lucerna N°13

Publicado el año pasado, Ejercicios contra el Alzheimer es un libro de poemas en prosa que se acerca a la pérdida de las facultades como la experiencia decisiva de la condición humana. Lejos del afán de distinción que prolifera en mucha literatura reciente, y transforma la enfermedad en capital simbólico, este libro se acerca al Alzheimer para mostrar, en sus derivas imaginativas, sentencias y visiones, que la mímesis del deterioro del cuerpo sigue siendo, en tiempos de giro subjetivo y neoliberalismo, la única posibilidad para la anagnórisis. Asuntos mayores definen una ambiciosa pero bien ejecutada incursión en el azar, caótica solo en su apuesta por la estética de asociación libre que define la poesía en prosa de fines del siglo XIX e inicios del XX en tradiciones literarias distintas a la española y que tienen una primera versión local en los Motivos de Eguren, que Benavides moderniza según sus intereses, produciendo fragmentos narrativos, visuales, rítmicos y reflexivos en sus poemas.

Aunque el libro se compone de dos secciones —una no titulada que lo abre, y una segunda, titulada “Desciertos”, que lo cierra—, Ejercicios contra el Alzheimer es un libro cohesivamente existencial, que parece fundado en la convicción de que la corporalidad es la experiencia humana más decisiva. Lejos de alguna aspiración de logocentrismo desde la carne o poética de la erotización del cuerpo, los poemas de este libro recrean cómo los actos, y más concretamente su materialidad, preceden toda labor del lenguaje. Tras el enfoque en los actos, los poemas parecen desmontar el malentendido que reviste de sentido común la separación entre experiencia del cuerpo y experiencia de la mente. En ese sentido, la apuesta simultánea por el estar y ser (18) de los poemas de Ejercicios recrean e indagan la relación entre cuerpo, dolor y existencia en afinidad con los esfuerzos de Eielson en Noche oscura del cuerpo y Sin título. Lejos de las poéticas metafísicas y posmodernas que definen a Eielson, Benavides elige otros recursos expresivos y otra lucidez en su conciencia del cuerpo para exponer la fragilidad de la coherencia que persigue el lenguaje: “El signo que resuena en esta lengua azul, en este aleteo mudo, en esta insonoridad no es más que el descifre de resanar una lengua agrietada. Si es que resanar significa un ancla. Si es que ancla es el roce de fondos que se evaporan apenas sonorizan.” Al producir sentido y ritmo a partir de repeticiones, el poema muestra cómo las experiencias psíquicas y la poesía son eventos antes que fines. En el segundo poema, el yo poético dista de reclamar superioridad ante su entorno, y recuerda más bien que la posibilidad de afirmar la primera persona es el fruto de la relación exocerebral que establece el cuerpo: “Viveros y árboles frutales, armonía de nado dorsal, son mi ayudamemoria. Soy el que estriba y recae en esta danza quieta… Zumba que zumba atrapo esta imagen y aspiro mi zumo para recordar” (16). Recuerdo, respiración, visión e imaginación son, en la estética de restitución del libro, funciones comunes a todos los mortales.

Siguiendo las claves anteriores, otros poemas notables de Ejercicios se ocupan de la dimensión germinal, material, de la maternidad (19), de formas varias del sinsentido y el absurdo, como la función social del lenguaje en las presentaciones de libros (21), el discurso y la experiencia de la belleza (22), la dimensión terapéutica y formal de la escritura (29), la relación entre el amor y las dificultades de la existencia (24), la abierta resistencia a definir el ser (25), o la experiencia de la patria (28) en el sentido del que se le quiera dotar. La simultaneidad entre asociación por metonimia entre dos motivos, objetos, recuerdos o imágenes es uno de los mecanismos de composición más recurrentes en las prosas del libro, como ocurre en el relato sobre los frutos caídos (26) o en el texto final de la primera parte (34), en el que la experiencia personal de la escritura materializa su opción por el no sentido y la resistencia a la definición.

De la resistencia al sentido y la certeza se ocupan los poemas de la sección “Descierto”, que comienza con dos paratextos —una declaración de principios y un epígrafe de Montalbetti que me pareció contrario a lo que encuentro en el libro— que reafirman la opción por la divagación y la muerte como rutas artísticas y vitales. Con la diferencia de que las prosas de esta sección son más breves que las de la primera parte, estos textos invitan a renunciar al sentido común y la emoción (38) para atender a los eventos más allá del ego. Ante la tensión entre razón y emoción, las prosas finales son renuncias a la sistematización de la experiencia y a la emoción del lector, para apostar por el asombro y la calma ante la finitud humana. Así, Ejercicios contra el Alzheimer es un libro cuya sencillez y belleza invitan a plantearse la experiencia de maneras distintas, así como a esperar nuevas entregas de su autora.

 

José Miguel Herbozo (Lima, 1984). Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es doctor en literatura latinoamericana por University of Colorado-Boulder y profesor visitante en Colorado College. Ha publicado la plaqueta Acto de Rito (2003) y los poemarios Catedral (2005), Los ríos en invierno (Premio Nacional PUCP de Poesía, 2007), El fin de todas las cosas (2014) y Las ilusiones (2019).

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Lucerna N°13, Traducciones

Cuatro poemas de Antonia Pozzi (Lucerna N°13)

Cuatro poemas de Antonia Pozzi. Traducción y presentación de América Merino. Publicación en Lucerna N°13

[Extracto del texto de presentación]

«Es innegable que Antonia Pozzi construye uno de los mayores aportes de la poesía italiana de la primera mitad del siglo XX, mediante el excepcional lirismo que se distingue transversalmente en su trabajo desplegado en un lapso de apenas 10 años y, aún así, consigue un efecto notable, llegando a ser elevada a la altura de la poesía de Ungaretti, según las palabras de Eugenio Montale, quien propicia la difusión de Parole, libro que reúne toda la obra poética de Antonia Pozzi, cuando decide realizar el prólogo de la tercera edición, publicada por Mondadori, posicionando el nombre de su autora en el medio literario europeo.

En cada uno de sus poemas, Antonia anotó la fecha y, a veces, la ciudad desde la que escribía, llevando una especie de “diario” a partir de estos breves textos: Io non devo scordare / che il cielo / fu in me (Yo no debo olvidar / que el cielo / estuvo en mí) nos dice Antonia en uno de sus poemas, tratando —quizás— de abandonar por un momento la idea de la temprana muerte que decretó para sí, pero, aunque su decisión fuera finalmente irrevocable, no existirá muerte posible para su Poesía.»

 

Acostarse

Ahora la blanda aniquilación
de nadar de espaldas,
con el sol en el rostro
—el cerebro penetrado de rojo
a través de los párpados cerrados—.
Esta tarde, sobre la cama, en la misma postura,
la cándida ensoñación
de beber,
dilatando las pupilas,
el alma blanca de la noche.

Santa Margherita, 19 de junio de 1929.

 

América Merino (Viña del Mar, Chile). Ha publicado la plaquette  Y serán las estrellas, selección y traducción de poemas de la escritora italiana Antonia Pozzi (Ediciones del Trueno, 2020) y el libro de poesía Fractales (Editorial Cuarto Propio, 2015). Cursó el programa de Literatura en el Istituto di Lingua e Cultura Italiana Galileo Galilei, en Florencia, Italia. Participó en el equipo de traducción y corrección de estilo del libro España mía, Portugal mío (2019), del poeta chino Huang Yazhou. Su trabajo poético ha sido destacado en eventos literarios tanto en Latinoamérica, como en Europa y Estados Unidos. Parte de su obra ha sido traducida al francés, inglés e italiano y ha obtenido numerosos reconocimientos, entre ellos, la Beca de Creación Literaria, otorgada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2012) y la Mención de Honor en el Premio Nacional Juegos Literarios Gabriela Mistral (2008 y 2013).

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Editoriales, Lucerna N°13

Editorial de Lucerna N°13

Alguien que ha dedicado su vida a los libros –a leerlos, escribirlos y editarlos– debería estar encantado y ser el primero en celebrar que el Estado y la sociedad consideren al libro como un bien de primera necesidad. Pero no es necesario escarbar demasiado para darse cuenta de que un deseo como este, en apariencia tan indiscutiblemente encomiable, genera más dudas que certezas. No viene al caso hacer aquí el elogio del libro ni el recuento de su importancia en la historia de la humanidad. Podríamos llenar páginas sobre lo que el libro significa para cada uno de nosotros y para la sociedad. Pero no será necesario. Su importancia absoluta o relativa está fuera de discusión. Lo que aquí queremos examinar es si es viable considerarlo un bien de primera necesidad en un país como el nuestro, con las profundas desigualdades y carencias en las que vivimos, que la pandemia de este año no hizo sino desnudar.

Está claro que la necesidad de un bien, no es algo que el Estado ni nadie pueda fijar por decreto, menos aún en un contexto en que ni siquiera las necesidades más elementales para la subsistencia están garantizadas. En condiciones como estas, la consideración del libro como bien de primera necesidad solo puede sostenerse en sentido metafórico. El libro solo podrá aspirar a ser tal el día en que las necesidades humanas básicas como alimentación, vivienda y salud, se encuentren cubiertas y esto es algo que ni el más entusiasta defensor del libro puede afirmar que se da en nuestro país.

Necesitamos fortalecer el sector editorial peruano, que se publiquen más y mejores libros, que se formen más lectores y lectoras, pero antes necesitamos tener garantizadas las condiciones mínimas para que el libro pueda ser verdaderamente un bien de acceso libre y universal, uno de los requisitos para que sea de “primera necesidad”. El libro solo puede desplegar todo su poder cuando se ha abandonado el reino de la necesidad y se ha arribado al de la libertad. Si solo algunos pocos pueden acceder a este reino y gozar del privilegio del libro y la lectura, entonces el libro será todo lo valioso que podamos imaginar, pero nunca un bien de primera necesidad.

Alguien que vive por y para los libros sabe perfectamente que el pensamiento crítico que se forma con el trato frecuente con estos, no admite concesiones, idealizaciones o romantizaciones que pretendan aislarlo de la enrevesada maraña de condicionamientos en la que nace un bien tan raro, noble y frágil. Nuestro irremisible amor por ellos no nos debe cegar ante la realidad de que en las circunstancias actuales en que vivimos, el libro no puede ser igual de vital que un respirador, un balón de oxígeno medicinal o una cama de hospital. Un auténtico amor por los libros aspira siempre a que todo lo que tenga ver con ellos conserve un manto de equidad, transparencia y realidad. Pues, si no deberíamos falsear la realidad en nombre de nada, ¿por qué íbamos a hacerlo en nombre de algo que estimamos tanto como el libro?

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Los alimentos terrestres, Lucerna N°13

Una jugada de dados nunca abolirá el azar, de Stéphane Mallarmé

Con el decimotercer número de la revista Lucerna, se publica la sexta entrega de nuestra colección de clásicos universales «Los alimentos terrestres». Se trata de Una jugada de dados nunca abolirá el azar, el revolucionario poema del poeta francés Stéphane Mallarmé, con traducción y comentario de Ricardo Silva-Santisteban. Esta edición bilingüe incluye las tres litografías que Odilon Redon preparó para la frustrada primera edición, y el texto se ha compuesto en la tipografía elegida por el propio Mallarmé.

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Lucerna N°13, Sumarios

Sumario de Lucerna N°13 (Noviembre 2020)

Sumario del decimotercer número de la revista literaria Lucerna. En la sección de crítica, artículos sobre la obra teatral Verdolaga de Abraham Valdelomar; la poesía del poeta peruano Alberto Ureta, Efecto invernadero de Mario Bellatin; la obra poética Antígona Gónzalez, de Sara Uribe; y ensayos sobre la melancolía y sobre música y fenomenología en tiempos de cambio. El rescate literario de esta edición es un artículo de Javier Sologuren sobre la poesía de Langston Hughes y Countee Cullen. En la sección de traducción, poemas de Else Lasker-Schüler, Antonia Pozzi, Denise Levertov y Mary Oliver. Además, un cuento infantil de la escritora francesa Marie NDiaye. En la sección de creación, cuentos y poemas de autores y autoras peruanos y extranjeros. En la sección de reseñas, comentarios de libros recientes. Finalmente, en la sección de arte, acuarelas de una artista arequipeña.

SUMARIO DE LUCERNA N°13

CRÍTICA
La propuesta teatral de Valdelomar en Verdolaga
4  Williams Ventura Vásquez

La persistencia romántica de Alberto Ureta
10  Jim Anchante Arias

Locura y transgresión: la sexualidad disidente de la Madre y la Pianista en Efecto invernadero de Mario Bellatin
16  Alexandra Arana Blas

Poéticas de la desaparición: necroescrituras y violencia en Antígona González
22  Rocío del Águila Gracey

Apuntes marginales sobre la melancolía
28  Silvia Yulmaneli Moreno León

Una escucha fenomenológica en tiempos de cambio
30  Alejandra Borea

ESPECIAL
Un comento hallado de Javier Sologuren: “La poesía negra en Estados Unidos: Hughes y Cullen” (1945)
48  Rescate y presentación de Renato Guizado

TRADUCCIÓN
Cuatro poemas de Else Lasker-Schüler
37  Traducción y presentación de Miluska Benavides

“El sermón diario de la montaña es silencio”. Seis poemas de Denise Levertov
40  Traducción y presentación de José Miguel Herbozo

El cuerpo azul de la luz. Cinco prosas de Mary Oliver
45  Traducción y presentación de Manuel Barrós

Cuatro poemas de Antonia Pozzi
52  Traducción y presentación de América Merino

«La diablesa y su hijo», un cuento Marie NDiaye
56  Traducción de Coralie Pressacco de la Luz

CREACIÓN

POESÍA
Poemas & Ilustraciones
60  Maggie Velarde

Poemas
63  Venancio Morten Neriah

Poemas
66  Rocío Fernández

Poemas
70  Hilsa Rodríguez

Poemas
72  Jhonny Pacheco Quispe

Poemas
75  Eduardo Cabezudo Tovar

Poemas
78  Guadalupe García Blesa

Poemas
80  Gianni Cribillero

NARRATIVA
El silencio
82  Fiorella Moreno

La mala hierba
89  Oscar  Valdez Huaraca

LIBROS
90  Ejercicios contra el Alzheimer de Virginia Benavides (José Miguel Herbozo)
91  Parto contemporáneo de Guadalupe García Blesa (Christian Estrada Ugarte)
92  Nudosa Sallqatasta de Oscar Valdez Huaraca (Miluska Benavides)
93  Blanco y negro. La razón contradictoria de Ulises García de Carlos Herrera (Lenin Lozano)
94  Más allá de los cielos. Antología poética y teatral de Carlos Germán Amézaga (Williams Ventura)

ARTE
95  Bolero de sal & Cadáver N°6. Acuarelas, de Verónica Torocahua

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Lucerna N°13, Poesía

Tres poemas de Rocío Fernández

Rocío Fernández (Cusco, 1988)

TRÍPTICO NOCHE

Es tu cuerpo una orquesta de necromancia
arquitectura en Sol sostenido
musical de mármol
en ti se hacen patria las migraciones de mi lengua.
Resuena todavía tu acento
que conocí en cada ternario
a espera de un país que no me conoce, pero me canta
Palosanto, oráculo del siglo
en otra era fuimos adoratorios,
amantes de volcánicas fauces
en un velo terrestre donde todo se sepulta.

Tus manos son un ejército de cítaras
en ellas la noche avanza (y me conduce) al mismo pub en que te vi nacer
bosques de brazos dibujan tu cara y borran tu cuerpo
se hizo humo la sacrosanta nave que nos condujo a tierra
la tristeza de no verte por el alcohol es una premonición del cuerpo antes del cuerpo
elevo la mirada
purasangre bailando la danza delirante de la vida

corto el circuito de la victimización

en tu espinazo cardiaco donde me llevas al taxi
y me siento a derribar el espejo retrovisor que mira al pasado
el conductor es un cetrino manso y mudo
mi control interno en modo automático
mi conductor interno un navegante ahogado por el tritón de tus cantos
mi mente se eleva a tus muslos, hijo de Herodes
Aries, te han puesto
de mí nacen ríos, caudales de serpentina
vómito por la ventana

–   Estamos al aire   –
–   FILM MUDO   –

vamos ahorcándonos la piel y la luna se hace astro mordiendo tus lunares
docentes en arrancarnos las plumas
cielo de alumbre
animal herido adicto al vértigo
cada cicatriz tuya es un pasaje a Urano
quebramos las esquinas del cuarto como al tarso
metatarso
de un soldado extranjero
bailando la danza de la muerte en la piel del ánima
confundidos en la oscuridad de su trance
introducción a la cosmogonía
a la boca abierta de la habitación que nos devora y conduce a la sala
te recuestas en muros hechos de espuma
bajo el hechizo de la gravedad
la materia es un obstáculo en caída libre
y queriendo desnudarnos del cuerpo
rodamos al vacío de la alfombra
adheridos a la tierra como imanes
aunque el verdadero abismo se encuentre hacia los cielos.

Supongo que te conduje a mi negrura
pero despertar y verte es un Ícaro en Caballococha
tu rostro me mira y es una luna diurna
pasajero en onda encantada
un ejército son tus falanges evangélicas dictándome el futuro
y de ti vendrán todos los truenos.

 

CIANOTIPIA

Piedra relámpago
es triste este observatorio
hilos de estrellas se acumulan en los números
fecha natal; abandono; primer beso;
tu rostro en la transparencia de un crematorio reluce
multitudes se asoman a tu estatua
tu piel verdosa, dura y cruel como un ángel se eleva:
–   no habrá otro momento para dibujarte   –
toco tus manos como teclas de un piano
tu rigidez sólo representa el sueño de quien ha vivido
y, vestido de negro como siempre
te entregan al sol de las brasas

Es una trampa el deseo
de despertar y volver a ti
mi cuerpo está derrotado
es un bulto ardiendo en off:

“ausentes están las pisadas de tus ojos
en un mar de concreto se esparce tu memoria
aplaudes a media noche deshilando telarañas
haciendo eléctrica la caída”

Una acuarela fue tu lúcida presencia
en los gemidos de la vida que nos narraba la esperanza
tus instintos, peligrosos aguijones,
demonio blanco en días de cacería,
tu cuerpo se dibuja de pie mientras te acercas a la puerta del horno
un movimiento metálico nos envuelve
el sonido de las brasas, melodía de las esferas
en ninguna página me enseñaron a comprenderte
y ahora te apolillas en la música de Saturno
verde, óseo,
perlado, plateado
te llevo como una maceta en el plexo
jaguar de tamarindo
todos tus días serán memoria.

 

VISIONES OF LA

Quincemil años de existencia
y cada vez peor.
Da vuelta a la historia,
tipifica la península
en la última tumba maya,
Spondylus
entre Tumbes y Guayaquil.
Robo ideas
papel de capellades
impresiones de Arguedas en balances sepia.
Robo versos, pero el poeta invita y desvirtúa
me invita a la mesa
y existe.
Dirán que es vertiginoso
pero robo versos de los aguardientes
esparcidos mientras se derrumba el Perú
y se hace dependiente
y Sucre decide fundar su propio reino
que será la médula del agua.

Robo laberintos de libertador
con los últimos días de Bolívar
que no pudo sobrevivir a América
a Sucre que llegando al Sur se desangra
a San Martín que no se desarticula
del puño español.

Robo la libertad de 200 años
que parece lejana pero aún repercute en casa
con una religión cristiana que se clava más hondo que un crucifijo.
Aun crees en el origen de la técnica del montage
mi estrategia es más sencilla que un cenicero
o enrollar tabaco en un billete de 20
Robo versos y servilletas
donde se escriben poemas de Benedetti
para sonarse la nariz
y en un país donde se permite el robo
pero no el llanto
prefiero entrometerme en las palabras
robar versos más que morir
y Cecilia, proveyéndonos de líneas blancas
en la taza del baño
sin perder la cordura
o la elegancia
o el propio poema que funciona de guardaespaldas
en un soñadero entrevistando a Valdelomar
o Vallejo tratando de pasar del opio al hachís
y el protagonista sale a la defensa
salen dos haces fúnebres en la generación del cuarenta
se encandilan las pesquisas
se acercan revelaciones en la noche
se conoce a mi abuelo
que apellidaba Diamante.

Robo versos,
corales familiarizados con el cristal.

Escribo el poema del mundo
y alguien me golpea el hombro,
simulo invisibilidad,
el cuerpo no pide
sino el cuerpo aficionado a la costumbre
la nariz en blanco
que suena en las reuniones
donde los baños son burdeles de crisálidas.
Quizás el mundo cambió por individualidades
y yo, que tengo las mañas del gallinazo
pero aprendí a sobrevivir como un cóndor
robo poemas como obras maestras
que continúan desde el río interesante
de tu luna oscura
y tu ropa cuando también estás oscuro
¿dónde está el párpado que da rueda a la noche?
y el fuego arde
como tus manos.
Lo sabía, pero antes disimulaba.
Ahora me ofrecen otra puerta
y he comprendido
que cuando llegas a la madurez
empiezas a envejecer.
Robo versos
y hago tratos
que se despegan de mí
pero vuelan conmigo.
Leo, eres el hacedor de todas las habitaciones.
Poeta, no busques mostrar
Sino estar preparado
Agradezco a los manzanos
pero guardo un secreto agrado
por las ciruelas.

 

Rocío Fernández Hurtado (Cusco, 1988). Psicóloga. Durante dos años forma parte del proyecto de experimentación sonora y poesía llamado Sociedad Peruana de Escape. Co-organizó el festival de Poesía Enero en la Palabra en los años 2014 y 2018. Sus poemas han sido publicados en plaquetas y revistas (Antología de Enero en la palabra 2014, 2015, 2018, Electrocardiograma, revista verboser). Poemarios publicados: Oceánide, Cortejo Fúnebre, Accidentes de tránsito, Visiones of LA.

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Lucerna N°13, Poesía

Cinco poemas de Guadalupe García Blesa

Guadalupe García Blesa (Lima, 1997)

Arcilla

Si me atraganto
con la fábula y la manzana
me hallaré en la gruta
de lo que queda
de la capa de ozono.

Quién eres tú
fragancia taciturna,
miembro deslenguado.

 

Consultorio de inversiones

Cirugía de cabeza
cuello
y lengua de invertebrado.

Cifras
gritos
desesperación.

Estancamiento,
falta de sexo y masturbación.
Almohadas rellenas
de pelos blancos.
Medalla de plata
para los rendidos.

 

Ave

Estuve cerca.
Fui trópico adversario
motín sin té
y amígdala sangrante
dentro de tu mentón.

 

28

Se ve a leguas
tu mano aprehendida
a mi pecho
mojado
y la calle
llena de charcos
reflejando la sombra
del anhelo entrecortado.

 

Ca(l)ma

Las trinitarias
enredadas
en tu tronco
me piden
que te descubra
mientras caminas por el cordel.

Vamos constelando
esta necia estancia,
lúdica infatigable.

Entonces
mis hojas
te hacen cosquillas
en los pies
y descubro
que quedarnos colgados
es un descanso infinito.

 

Guadalupe García Blesa (Lima, 1997). Estudia Comunicaciones en la Universidad de Lima y fue parte de la Escuela de Música de la UPC durante los años 2015 y 2016. Cuenta con experiencia en arte y educación, además de trabajos de voluntariado. Es amante del arte en sus diferentes facetas, con especial dedicación a la música y la poesía; le interesan también las relaciones interculturales, la educación y el medio ambiente. En 2019, la revista Lienzo (Edición extraordinaria) publicó algunos de sus poemas. Prepara la publicación de su primer libro de poemas.

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