Lucerna N° 12, Traducciones

«Vertumnus», un poema de Joseph Brodsky (Lucerna N°12)

«Vertumnus», un poema de Joseph Brodsky. Traducción y presentación de José Miguel Herbozo

[Extracto del texto de presentación]

«La obra de Joseph Brodsky (Leningrado 1940-New York 1996) forma parte de dos de los cánones literarios más robustos del planeta: el ruso y el norteamericano. Galardonado con el premio Nobel en 1987, y nombrado Poeta Laureado de los Estados Unidos entre 1991 y 1992, Brodsky tuvo una carrera marcada por periodos de extrema dificultad y tranquilidad. Tras abandonar la educación pública a los 15 años, aprender por propia cuenta polaco e inglés, y servir por año y medio en un campo de concentración, Brodsky se exilia en 1972 a los Estados Unidos.

[…]

La concesión del premio Nobel en 1987 cierra un ciclo de rumores sobre su posible atribución que se iniciaron esa misma década, cuando el poeta ya había consolidado una obra en lengua inglesa, se encontraba establecido en Nueva York y era un nombre mayor en dos cánones literarios distintos. Una mañana de fines de enero de 1996, Brodsky es encontrado muerto por su esposa en su estudio, en el que se había recluido a trabajar la noche anterior. “Vertumnus” forma parte de So Forth, publicado ese mismo año.»

 

[Inicio del poema]

Vertumnus

En recuerdo de Giovanni Buttafava

I

Te encontré por primera vez en latitudes que dirías extranjeras.
Tus pies nunca desordenaron la gravilla; tu fama, sin embargo, había llegado a regiones
donde usualmente imaginan el fruto sin cáscara.
Arrodillada buscaste entre la nieve: blanca, además desnuda
en compañía de árboles deshojados de una sola rama,
en tu condición parcial de experta
en bajas temperaturas. “Deidad romana”
anunciaba un cartel bastante borroso,
y para mí eras una deidad, pues sabías
mucho más del pasado que yo (el futuro
para mí en esos días tenía poca importancia).
Por otra parte, mejillas de manzana y cabello
ondulado, podrías bien haber sido mi compañera; y aunque no sabías una palabra
del dialecto local, de cualquier forma llegamos a hablar.
Primero hablaba yo. Algo sobre Pomona,
nuestros torpes ríos sin sentido, el obstinado y fétido clima,
la ausencia de vegetales y dinero, lecciones esquivas
sobre las cosas, pensaba, debía estar entre tus preferencias
y si no en su esencia, en su tono compartido
de lamento. Poco a poco (el lamento es la lengua
universal de todos; en el principio
hubo un “auch” o un “ay”) comenzaste a responder: a pestañear,
a parpadear, a fruncir tu ceja; luego la parte baja de tu rostro
como que se derritió, y tus labios comenzaron a moverse.
“Vertumnus”, dijiste finalmente. “Me llamo Vertumnus”.

 

 

José Miguel Herbozo (Lima, 1984). Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es doctor en literatura latinoamericana por University of Colorado-Boulder y profesor visitante en Colorado College. Ha publicado la plaqueta Acto de Rito (2003) y los poemarios Catedral (2005), Los ríos en invierno (Premio Nacional PUCP de Poesía, 2007), El fin de todas las cosas (2014) y Las ilusiones (2019).

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